Las lentes de contacto son una opción alternativa de tratamiento de ametropías como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia (vista cansada) que proporciona una buena calidad visual y un campo visual más amplio que las gafas.
Las lentes de contacto son un producto sanitario que cada vez se utiliza más, gracias a todas las posibilidades que nos ofrecen.
En OPTIPOLIS ofrecemos una gran variedad de lentes de contacto y soluciones de mantenimiento personalizadas para cada persona.
PREGUNTAS FRECUENTES:
¿A partir de qué edad se pueden utilizar las lentes de contacto?
Los niños no suelen tener problemas en la manipulación de las lentes de contacto, aunque dependerá de la madurez y la motivación del mismo. No obstante, existen situaciones donde las gafas no son la solución más idónea, y es necesario adaptar las lentes a niños muy pequeños; muchas veces como medio para prevenir la ambliopía u "ojo vago".
¿Cuando no son aconsejables las lentes de contacto?
- En algunas profesiones, como las que trabajan con sustancias tóxicas o en ambientes con mucho polvo, ya que es más fácil que se produzcan reacciones tóxicas o sequedad.
- En diversas alteraciones oculares: conjuntivitis, blefaritis, queratitis, etc. No se deben utilizar las lentes hasta que el problema se haya resuelto.
- Existen situaciones donde la secreción de la lágrima se altera y pueden hacer que el uso de lentes de contacto sea un problema: determinados procesos reumáticos, alteraciones de las tiroides, y el uso de ciertos medicamentos (antidepresivos, antihistamínicos, etc. ), entre otros.
COMPLICACIONES QUE PUEDEN OBLIGAR A SUSPENDER TEMPORALMENTE EL USO DE LENTES DE CONTACTO
El uso de lentes de contacto puede llevar a la aparición de complicaciones y ciertos riesgos. A veces, estos problemas surgen después de un tiempo de haberlas llevado con normalidad y, como consecuencia, se deben dejar de utilizar.
Entre las complicaciones asociadas a las lentes de contacto, encontramos:
- Infecciones corneales, queratitis
- Inflamaciones corneales (edema)
- Hipersensibilidad y procesos alérgicos (conjuntivitis papilar gigante)
- Molestias por sequedad, que pueden estar relacionadas con factores ambientales, con la secreción de la lágrima del usuario o con la presencia de suciedad en las lentes.
- Vascularización corneal por falta de oxígeno
- Infiltrados corneales
- Úlcera corneal
¿Por qué aparecen estos problemas?
Entre las causas más frecuentes figuran:
- No realizar una limpieza diaria o hacerla de una manera incorrecta. Las lentes de contacto, una vez utilizadas, deben limpiarse antes de guardarlas en el estuche, es importante mantenerlo limpio y cambiarlo frecuentemente.
- Llevar las lentes puestas más horas de las recomendadas para ese usuario en concreto, según las características de sus ojos y del tipo de lente de contacto.
- El producto utilizado para la limpieza de las lentes puede producir irritación e intolerancia. En este caso, habrá que hacer uso de una solución de mantenimiento sin conservantes, especial para ojos sensibles.
- La lente de contacto puede estar rota o en mal estado, debido a una inadecuada manipulación del usuario o por envejecimiento del material.
- Factores ambientales, como la baja humedad relativa, pueden ocasionar molestias debidas a la sequedad, sobre todo si la persona tiene un tipo de lágrima poco estable (que se evapora con rapidez).