El sistema piggy-back consiste en la adaptación de una lente semirígida sobre una lente blanda.
Se utiliza cuando hay intolerancia a las lentes gas permeable o una inestabilidad de éstas.
Las ventajas de este sistema son la comodidad, la fácil adaptación, una excelente agudeza visual y evita abandonos de uso de lentes de contacto por intolerancia a las gas permeables.
Uno de los inconvenientes es el uso de dos lentes, que comporta una precisa manipulación, más cuidados y los reemplazos que conllevan un alto coste.